lunes, 5 de marzo de 2012

Estilo

Lenta crueldad
que vaga por las calles
de mi ciudad;
el barrio es su locación
cambiante.
Mudo de compasión,
sordo por negación,
mira hacia adelante
y sueña con
el barro.
Un destino sin elección.
Un camino y un tirón
detienen su andar
implacables.
Cloquea en el macadán;
su paso es indeciso ya.
Está herido y, lo peor
es ser invisible.
No tiene salvación,
sangra por las muñecas
y es el final;
un acto remanido y letal,
acaba con su estilo.
Nadie lo notó.
Un disparo 
y, creo que ni llegó a saber,
porqué era un caballo.


                    jorge

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