Acaso las 15hs.

Encuentros furtivos.

Calles sin nombre.

Tugurios perdidos.

En horarios ajenos

amores prohibidos.

Pasión en camas apuradas

perfumadas de sexo.

Te deseo

Labios y bocas

recorriendo secretos

de piel y de fuego.

El teléfono apremia.

Te pierdo

te pierdo.

Brazos que esperan.

Otro desahucio pactado.

Te necesito

Tu casa y tus días.

Mi austera soledad.

Tus dudas…

y las mías.

Te amo

El taxi que se aleja

llevándose  el recuerdo

del perfume de las fresias;

de tu voz cantarina…

Tu mirada clara,

tus manos tibias,

tus pies pequeños.

Tu celo urgente…

Una vez más.

Te espero.

                    Jorge

La señal de Juan

Sientes venir el rayo

que provoca el cambio.

Tu brazo izquierdo

late tieso.

Tu índice

señala el firmamento,

y predices los días

que se están gestando.

El incienso de los altares.

El mantra como un eco.

Oráculo de nieblas

y de humos.

Los convocados

se hacen presentes.

Murmuran a tus oídos y,

entre estruendos de silencio,

…se desvanecen.

Tus labios musitan las palabras,

en un críptico mensaje.

La secuencia del tiempo,

es el vórtice de la eternidad.

                               Jorge.

     Jorge 

              1

Se esconde tras la palabra.

Mueve los labios

en gesto ampuloso.

( recita )

Karaoke de poesía.

Un fisgón de las letras.

-Duende travieso!

Existes en la utopía…

En la vergonzosa desnudez

de mis versos.

              2

Espiaba mis escritos

como un polizón.

No quería ser visto.

Uno de los casi infinitos

Jorge de la historia.

                       Jorge

Señor de la Ausencia

                                                       A Oscar

 

Señor de la Ausencia

Tañen las viejas campanas.

Bronces verdosos…

copas con antiguas voces.

Es tiempo de ausencias.

El poblado agrisado

va perdiendo sus hijos.

Los hombres aprietan los dientes.

Se marchan sin volver su mirada.

Las mujeres mantienen

su entereza ( tesoro de mujeres )

Ojos vidriosos e hijos colgados

de sus ropas y brazos.

Niños de corta historia.

Jóvenes apurados día a día.

El pueblo gotea su sangre.

Pocos ancianos se quedan.

Sus jardines y las casas,

las calles de tierra y la plaza,

son amalgama inseparable

de esos cuerpos y almas.

Frente a las bancas vacías

el cura espera con mirada ausente.

Hoy dará misa

para escasos presentes.

El señor del olvido,

la desolación y el destierro,

se está llevando los fieles

por brumosos caminos,

que se desvanecen

tras su paso agobiado.

Sin retorno.

                        Jorge 

   Místico VIII                  

                       1

Vienes.

Llevas tatuadas en tu enjuto cuerpo

las crueles reliquias de tormento.

Marcas que se cruzan y superponen

en un infame collage

de antiguas cicatrices.

Macas oscuras y ominosas

que cubren un fruto dulce.

Tu rostro como máscara

de morados cardenales.

Tus labios lacerados,

tu nariz hinchada y rota.

Tus ojos pardos, limpios y claros,

de mirada serena.

Llegas a mí y el estupor me golpea.

Tu súbito abrazo calma mis desvelos.

Olvido mis miserias.

Me aprietas contra ti…

Me sueltas.

                       2

Te marchas sin volverte.

Algo late en mi alma abierta.

Miro mis manos,

cubiertas de sangre, caliente, escarlata.

Comprendo que es la mía,

que mana tibia y lenta.

Lleno de emociones encontradas.

emprendo mi camino,

dejando a mi paso,

como migas de pan,

 gotas carmesí

que se escurren en la tierra.

                      3

Despierto en mi cama, confuso y agitado.

Un mal sueño.

El sudor copioso y frío,

y el sol que alumbra la estancia.

Apuro mi desayuno y salgo a la mañana.

Me uno a la rutina… y al rebaño.

En las sábanas revueltas se secan

las manchas de los estigmas.

                                         Jorge

Médium

                                A Jorge Iglesias

                                        Amigo

Un suicidio.

Una herida mortal

de la palabra.

Me someto a la cohesión

de las letras magas.

Escriben mis manos

conectadas con el alma.

Escribo y reencarno…

Cada vez.

                  Jorge

Posibilidades

¿Si esa pluma que parece flotar en el aire

encontrara los vientos que la eleven y la guíen,

y pudiera volar eternamente?

¿Y si el mar, la antigua madre abisal,

pudiera cantar su aria de olas y remolinos,

solo desde la misteriosa espiral de una caracola?

¿Si las flores perdieran todos sus pétalos

al momento de ser cortadas?

¿Y si las hormigas trabajaran afanosamente

solo cuando las observamos?

¿Si la piedra en la cantera supiera que es Afrodita?

¿Qué es un guerrero…un héroe,

o una madre sufriendo el martirio de la muerte de su hijo?

¿Si el viejo árbol de tu infancia supiera,

(y tú también supieras)

que es la mesa sobre la que comes,

la silla en que te sientas, y la cama donde reposas?

¿Si la leña, súbitamente, se negara a arder

y consumirse en una hoguera?

¿Si al fin me revelaras el secreto sellado

durante tanto tiempo por tus labios?

¿Y si supieras que cada palabra soñada,

pronunciada, escrita…

puede por sí misma ser poema?

                                            Jorge