miércoles, 18 de junio de 2014

Señor de la Ausencia




                                                       A Oscar

 

Señor de la Ausencia



Tañen las viejas campanas.
Bronces verdosos…
copas con antiguas voces.
Es tiempo de ausencias.
El poblado agrisado
va perdiendo sus hijos.
Los hombres aprietan los dientes.
Se marchan sin volver su mirada.
Las mujeres mantienen
su entereza ( tesoro de mujeres )
Ojos vidriosos e hijos colgados
de sus ropas y brazos.
Niños de corta historia.
Jóvenes apurados día a día.
El pueblo gotea su sangre.
Pocos ancianos se quedan.
Sus jardines y las casas,
las calles de tierra y la plaza,
son amalgama inseparable
de esos cuerpos y almas.
Frente a las bancas vacías
el cura espera con mirada ausente.
Hoy dará misa
para escasos presentes.
El señor del olvido,
la desolación y el destierro,
se está llevando los fieles
por brumosos caminos,
que se desvanecen
tras su paso agobiado.
Sin retorno.


                        Jorge 

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