Ojos Cerrados
Desde los balcones desnudos,
grises monumentos de clausura,
Duermen las palomas su siesta de lluvia y frío.
Obligado refugio de un invierno apasionado,
y rudo…
Persianas angustiadas.
Ojos que no ven.
La mole desordenada y húmeda,
veloz y ruidosa, no repara en ausencias.
Desde la pequeña ventana francesa
de un viejo inquilinato,
un malvón insiste con una flor roja,
y solitaria.
Jorge
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