La canción de cuna
Los perros flacos
deambulan
en la penumbra.
El hambre medra
en sus vísceras
y su destino.
Bajo la luz amarillenta
el hombre resignado,
espera su cita
…inútilmente.
La niebla baja
hasta acariciar
el empedrado frío.
Lentamente.
Cada solitaria figura
parece salir a escena
corriendo una cortina húmeda.
El miedo,
que viaja con la noche,
densa opaca, oscura,
gana las calles.
Dentro de su hogar,
la madre primeriza
amamanta a su niño
con sus senos plenos;
henchidos de mieles.
Susurra sonriente
una vieja canción de cuna.
Afuera,
la noche, y la niebla,
bailan
una danza silente.
Jorge
No hay comentarios:
Publicar un comentario