Cien Años
Ya he muerto tantas veces…
Tantas veces formé parte
del luto de mi gente.
Muerte…..
la muerte original y legítima.
la que vacía las almas
de la carne inerte.
Aquella que abandona los envases
contenedores del espíritu.
Tantas….tantas veces.
Cuando se ocupa de conducir
las almas entre las tinieblas
del llanto y el dolor.
Cuando debe afrontar su labor…
Con la fuerza
del espíritu
que nunca fue carne…
Y. sin embargo crece.
Se agiganta en el dolor
de la pérdida física
del poeta…del soñador.
De la eterna realidad
plasmada en la humedad
selvática.
Y la
hojarasca
que el viento transporta
en su vuelo de ilusión.
Ay!…soledades
de mariposas
amarillas.
Cuanta magia repetida
entre años de solitarios
sueños laberínticos,
Soñar…atado bajo
el árbol del patio
y un sopor de años...
Una muerte más.
Y el estreno de una nueva orfandad:
La mía;
humilde
amante del verbo,
inclinado hacia el dolor.
Soledad…
entre selvas y pantanos….
Entre sueños y pasión.
Adiós, Coronel.
Siempre tuviste quien escriba
Ya lo sabes.
Sabes quien se marchó.
Quien terminó tu historia,
de magia, dolor, y vida.
Los sueños y la eterna agonía…
de Macondo.
Oculta patria escondida
de los hombres
de pasión.
Jorge
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