Se olvidaron de ti
como si se tratara
de un antiguo faraón
muerto en otra época,
en otra región.
Lejos.
Dejaron los libros
cerrados y sumidos,
en el sitio menos concurrido
de la oscura biblioteca.
Solos.
Relegaron tu recuerdo
a los pocos intelectos
ocupados en el tema.
Obligados.
Perdieron la fe
que te profesaron en vida,
y te transformaron en arena,
que discurre por el cristal
del femenino reloj de mesa.
Insepulto, latente,eterno.
Esperanzado.
Te creyeron parte
de la historia perdida.
Un callo en el tiempo.
Un Dios,
que duerme su existencia.
Inmortal.
Con la promesa del germen del trigo,
que ,comatoso, espera la lluvia.
Bendito.
Jorge
No hay comentarios:
Publicar un comentario