Patio,
con cielo de hojas.
Fresca parra
generosa, fragante.
Sentado
en el banco de cemento
apoyado en la mesa
azulejada
Leo.
El tiempo vuela
en torbellino callado.
Las cigarras
corean su chirrido
más allá
en la canícula
de la calle
de enero.
Leo
y tu giras
y giras alrededor
dela glorieta
y mi silencio
premeditado.
La brisa caliente
me trae tu perfume
y el murmullo
de la tela
de tu vestido floreado,
Tu risa
Y a veces, me parece...
Leo
y el verano
sigue jugando
con mi soledad.
Jorge
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