miércoles, 6 de marzo de 2013

Un Buen Piloto



Llegó hasta el borde
del abismo pétreo de la quebrada.
Llenó sus pulmones con el aire seco y frío.
Miró hacia el fondo profundo y mineral,
con la punta de sus zapatos
asomando al vacío.
Se sentía parte de la tierra,del aire,
de la libertad franca y abierta de la naturaleza.
Sacó una ajada libreta
que asomaba en el bolsillo de su gastado jean.
Arrancó prolijamente una hoja
y comenzó a plegarla.
( el viento arremolinado,jugaba con su larga cabellera)
Pronto,sus manos transformaron el papel
en un avión blanco y de perfil afilado.
Lo arrojó, y su sonrisa fue de gloria
al verlo volar.
Su distracción, y unas piedras sueltas,
el destino,y quien sabe que extraño orden,
hicieron que pierda pie.
Manoteando como un muñeco cayó
por el precipicio de la quebrada,
con un grito que se fue apagando.
Rápido.
Al fondo llego el avión,
rato después de su piloto creador.
Arribó suavemente.
Bello,bruñido,blanco.
Un aterrizaje perfecto.

                                   Jorge

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