jueves, 23 de agosto de 2012

Comunión



Mira.
La pluma fútil
se balancea
en suave vaivén.
Morosidad de alcanzar
el suelo fértil
del umbrío bosque.
Sube 
por la brisa,
caliente y húmeda,
y continúa luego
su vuelo lento,
en imperceptible caída.
Mira.
Yo no podré hacerlo.
No la veré llegar.
Mi mano sobre la garra
de la fiera,
quieta.
Mi mirada posada
en los ojos entornados
del jaguar.

                  Jorge

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