Nocturno 29
La noche compone
su extraña amalgama de hollines y alquitrán,
que espera silente
tras la piadosa ventana de la sala.
El helado vidrio,empañado y yerto,
condensa lágrimas de insomnio.
La oscuridad
insiste en apoyar su rostro cutre
contra la vitrea.
Cuando sopla entre los pinos
del bosque costero,
canta su canción,
en un ominoso murmullo.
La nocturnidad impone su cualidad
misteriosa , llena de sortilegios,
y juegos de destellos y sombras.
Su lúdica e inofensiva amenaza,
se aparea con la sutil comodidad íntima,
de la estancia.
Mi mano desliza sueños
embriagados en tinta,
sobre la albura impaciente del papel.
La noche aguarda, silente...quieta.
Y yo la espío, de cuando en cuando,
mientras escribo versos que la evocan.
Jorge
La noche compone
su extraña amalgama de hollines y alquitrán,
que espera silente
tras la piadosa ventana de la sala.
El helado vidrio,empañado y yerto,
condensa lágrimas de insomnio.
La oscuridad
insiste en apoyar su rostro cutre
contra la vitrea.
Cuando sopla entre los pinos
del bosque costero,
canta su canción,
en un ominoso murmullo.
La nocturnidad impone su cualidad
misteriosa , llena de sortilegios,
y juegos de destellos y sombras.
Su lúdica e inofensiva amenaza,
se aparea con la sutil comodidad íntima,
de la estancia.
Mi mano desliza sueños
embriagados en tinta,
sobre la albura impaciente del papel.
La noche aguarda, silente...quieta.
Y yo la espío, de cuando en cuando,
mientras escribo versos que la evocan.
Jorge
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