domingo, 29 de septiembre de 2013

Nocturno 28



Cuando la noche 
que se agazapaba 
bajo la cama sola,
ganó la casa , 
me envolvieron  
los humos de las sombras.
Me acariciaron,
y repitieron tu nombre,
tu querido nombre.
Desde que dejaste
todo suspendido,
desnudas, las memorias
de tu amor, regresan
cada noche.
Me abrazan y me tocan.
Me exitan y me vuelan,
en un torbellino
de convulsiones de placer.
Las paredes deliran...
testigos inertes de la pasión.
La casa late,
al compás del abandono.
Y, seguro, tu recuerdo vive 
en mi martirizada pasión.
Fantasmal unión 
de la danza sensual,
Cuando crece la noche....
ya te he perdido.
Siempre te vas.


                          Jorge

No hay comentarios:

Publicar un comentario