jueves, 7 de noviembre de 2013
Llantos, Soledades-Señales y advertencias
Discutían acalorados
en un banco del parque.
El se marchó con ademán ofuscado.
Ella lloraba con el rostro
entre sus manos.
Una paloma
se desplomo sobre un cantero.
El pequeño niño berreaba
con su rodilla raspada,
en el patio de su casa.
El televisor mantenía
atrapados a sus padres,
en las poderosas redes
de un estúpido programa.
Un gorrión golpeó
con su pequeño cuerpo
las baldosas del patio.
El llanto del hombre
en medio del campo,
con su cosecha arruinada
por la tormenta pasada,
solo fue escuchado
por su caballo zaino.
El chimango se detuvo
en pleno vuelo.
Cayó inerte,
sobre los rastrojos aplastados.
LLegué a mi casa
con los ojos húmedos.
Mi corazón galopando
por una premonición vaga.
El canario yacía
en el piso de la jaula.
Nadie notó las señales.
Jorge
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