Abandono
El chirrido de los goznes
sonó como un lamento.
La antigua vivienda
temía mostrar sus secretos.
Perdidos juegos infantiles,
cenas en familia,
desavenencias y renuncias,
noches de amor…
La soledad de las cosas
tiene una cualidad,
aun más profunda
que la de las personas.
Las viejas casas
resguardan vívidos sentimientos
entre sus paredes calladas.
Nunca más habitadas.
Olvidadas entre antiguos papeleos
y perdidos herederos.
Un monumento
al abandono mismo.
Frío.
Mudo…hueco.
Morada de fantasmas verdaderos.
Recuerdos latentes
entre sus gruesos muros.
Sentado en uno de sus sillones
otrora opulentos,
polvorientos y rasgados,
mi mente recrea una historia
ajena, lejana y sentida.
Como de mi propia memoria.
Instantes.
Momentos de vida cotidiana.
Cuando albergaba tristezas,
sueños, alegrías,
de los que aún conserva rezagos.
Contraseñas…
Ecos.
De su último, solitario
dueño.
Jorge
Me has recordado aquella casona que... buenísimo Jorge, muy vívido.
ResponderEliminarMuy bueno. Me has hecho viajar en el tiempo. Gracias
ResponderEliminarEs verdad , las casa hablan..Gracias jorge!
ResponderEliminarMe ha encantado me ha recordado la casa en la que viví de niña
ResponderEliminarmuy bueno !!!
ResponderEliminarMe gusta mucho la manera simple y llena contenido, del amigo Winitzky
ResponderEliminarNo me es agradable tantas burocracias.
ResponderEliminarNo tengo el tiempo necesario para cumplir con tantos requisitos.Lo realizo por tratarse del poeta Winisky
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