domingo, 20 de enero de 2013

Paraguay n° 1085( casa...tomada )



En cada rincón,
cada espejo,
cada mueble, de la casa,
habitan sentires.
Fantasmas.
Relictos de vidas
que dejaron su impronta
en la vieja casona,
más que centenaria
de la calle Paraguay.
Llamador de bronce,
y, al entrar, dos escalones.
La bella puerta cancel
de dos ojas vidriadas.
Patio largo.
A los costados,los cuartos.
El comedor,
y el antiguo carrillón,
que seguirá dando campanadas,
marcando,silente las horas,
en algún anticuario
de la Ciudad Vieja.
Baldosas de intrincados dibujos,
iluminadas desde la alta claraboya
de dos aguas.
Remata en una estancia
que alberga la cocina,un comedor,
el"primus" y su olor
a querosén quemado.
La radio, y mi abuelo;
sentado en su silla de mimbre,
escuchando fútbol 
en las tardes de domingo.
Nunca partió de allí.
Ni aun hoy,ya muerto.
Una vetusta escalera
de oscura madera lustrada,
lleva a dos bohardillas ,
donde conocí el sexo;
de mano propia.
Espectros amados
moran en ese caserón,
del barrio de Palermo.
Al sur de los ruidos 
del centro montevideano.
Mirando al río,
al horizonte.
A mi destino.

                   Jorge

La vieja casa familiar,descripta
en el poema,fue la casa de mis abuelos
maternos,y también la mía.
De hecho,en los papeles,ya no me
pertenece. Pero,mis amigos,pueden 
creerme. Muchos de los míos todavía
moran en Paraguay 1085-Montevideo

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