sábado, 16 de febrero de 2013

Dedicado



Dedicado a la gran poeta Alejandra  Temple
A su devoción por las palabras.
A su coraje y fuerza,que manan de un 
manantial puro


Tantas vece recibí
la advertencia de sabias voces.
No creía en la traición.
Era un pardo gorrión,
con el alma intacta.
Me lastiimaron.
Hirieron mi fragil alma.
Tantas veces me advirtieron...
Hoy soy un pardo gorrión,
pues es mi naturaleza.
Mi humilde plumaje
tapa algunas cicatrices.
Las que habitan en mi corazón....
A esas las sanó el amor.

                            Jorge

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