lunes, 25 de febrero de 2013
Sueños en Atacama
Se coló el martirio seco
hecho duende,
en el aire retaceado
de la puna.
Atacama huele a minerales ardientes.
Sabe a helados, nocturnos abandonos.
A salitrales, a moscas,a silencios.
Se muestra en espejismos,
en cuarteados labios,
en callos,en profundas arrugas.
Habla en sueños,
de pasado extático,de pueblos olvidados.
Atacama vacía conciencias
de débiles visitantes,de espíritu pobre,
pero alienta almas ávidas,
de vuelos altos...Soñadoras.
Abiertas al delirio y a la piedra.
Al polvo,la sal y la profecía alucinada.
A la belleza pagana,dura,
solitaria.
Jorge
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