jueves, 21 de febrero de 2013
Zancadilla
Guardó su magra indumentaria;
sus sueños,sus recuerdos,
los fantasmas de su amor,
...desprolijamente,
en su valija de cuero gastado.
Deseaba que el tiempo
haga su mejor truco;
una imposible cabriola.
Sueño estéril,sin retorno.
Tomaría ese tren y se alejaría,
hacia lugares desconocidos,
con gente sin rostro.
Decidió su zancadilla
hacía pocos días,en la estación,
frente a la osca boletería.
Bullía de agonía.
Ya no estaba unido a nada,
y la nada se comía
su alma...poco a poco.
No podría escapar,
pues llevaría consigo
su latente equipaje,
que esperaba un quiebre más;
un solo instante,
para montar a su alrededor
una ronda espectral.
Un carnaval con las traiciones
que se hizo día a día.
El tren partió,puntual.
Su cuerpo yacía boca abajo,
en la penumbra de su sala.
La sangre ya alcanzaba
la valija de cuero gastado.
Jorge
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