Canción del Sudeste
Luz de la mañana.
Tranco corto de un potro
Sin herrar.
Vuelo sereno del carancho
Al remontar,
Torbellinos ardientes
Sobre el arenal.
El arroyo corre lerdo
Rumbo al mar.
Piedra gris, arena y piquillín.
Silbido dulce de la lechuza.
Escondida entre la tierra y el pastizal.
El guanaco viejo y cimarrón,
Corteja su manada bajo el sol.
Es en el campo de vientos,
Pasto amargo, sobre el peñón.
Ya lo está oteando.
Ya se asoma al barranco,
Sin temor.
Hay un olor salado,
Fresco y mineral,
Donde el desierto
Copula con el mar.
Jorge
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