Un gran poema del exelente Oscar vicente Conde.
Un verdadero maestro que me honra con su amistad.
Oscar Vicente Conde
IMAGEN
Camina la luz sobre el espejo.
Dibuja ojos que ríen
y bocas que miran.
Mientras unos oídos sordos
ríen y miran.
Nadie escucha al silencio.
Hay manos inquietas
que vuelan como mariposas.
Laberintos confusos.
Llantos frágiles.
Palabras de otros.
Relojes que marcan tiempos vacantes.
Y el espejo que expulsa locuras,
mientras me reflejo distraído.
Dibuja ojos que ríen
y bocas que miran.
Mientras unos oídos sordos
ríen y miran.
Nadie escucha al silencio.
Hay manos inquietas
que vuelan como mariposas.
Laberintos confusos.
Llantos frágiles.
Palabras de otros.
Relojes que marcan tiempos vacantes.
Y el espejo que expulsa locuras,
mientras me reflejo distraído.
Autor: Oscar Vicente Conde ©
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