El Gran Capitán (tren-andén1)

Nocturno traqueteo

repetido como un mantra.

Modorra serena.

Cabeza apoyada

a la ventana vidriada, vibrante…

exhibiendo sombreados paisajes,

bajo la luz plateada y difusa,

de la luna, que basta,

para las pupilas cansadas.

Hartas de cortos horizontes

de concreto gris.

Fondo musical de cadencia pareja.

El tren arranca a los durmientes

sonidos de opaca marimba…

Y repite un solo arpegio

de monotonía dulce,

que adormece recuerdos de apuros.

Sofoca pasados martirios urbanos.

Calma los temores.

Balanceo del cuerpo,

impeceptible, permanente.

Cabeceo irresistible…

Y, al fin la entrega:

Sueño sobre rieles.

Sopor, descanso, levedad.

Mientras el tiempo juega

a devorar distancias.

                             Jorge.