lunes, 12 de agosto de 2013

Primavera Surrealista



Fue la primavera
de santos beatificados
por la mera vigencia
de los días.
Quienes no fueron ungidos,
ni proclamados, ni designados.
La beatitud de la utopía.
De vivir un poema, un cuadro,
una bella canción,
una gran obra.
El arte tomó por asalto la realidad,
y los ríos invirtieron
el sentido de su curso.
Las coloridas zanahorias
crecieron al revés....
exhibiendo su hermoso color.
Compitiendo con las flores.
Los peces entonaron un aria
a puras burbujas.,
que hablaba de corales y destellos
del agua cristalina.
Fue una primavera surrealista y bella.
Hubo días de maravilla
dotados de dos amaneceres,
de variadas luces y colores.
Para vivir visuales placeres....
múltiples emociones.
Los milenarios árboles del bosque
relataron historias a los niños,
que rodeaban sus troncos,
tomados por las manos.
El temor perdió su filo.
A nadie pudo herir....
en esa primavera.
El aroma a flores frescas,
a frutos, a tierra húmeda,
llenó el aire.
El invierno, 
que parió esta primavera,
fue recordado con nostalgia.
La llegada del próximo verano,
fue negada por los rostros sonrosados
de amantes y de ancianos.
Fue la primavera
de los campos de lupinos,
de azaleas, de pepinos.
De delirios. 
y asombrosos sueños; 
cumplidos.

                                Jorge

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